Es conocido el hecho de que los vascos españoles gozaron durante algunos siglos de ciertos usos sociales y ventajas jurídicas, llamadas fueros, por las cuales se distinguían del resto de los reinos españoles. Tales privilegios se decían disfrutados desde tiempos muy antiguos en un País, apenas hollado por extraños ni conquistado, y que gozaba de la protección ante agentes extraños de un antiquísimo idioma, cuyo origen se pierde en los siglos pasados. Estas eran creencias hondamente arraigadas entre los naturales y el gran argumento para defender su peculiar idiosincrasia ente las pretensiones centralistas de la Corona. Ciertamente había libertades "reconocidas" y otorgadas por los reyes, pero que no hacían sino recoger y formular por escrito muchos de los usos ya vigentes en el País Vasco. Lo peculiar sin embargo eran usos ancestrales que lo mismo que la lengua, no precisaban de ningún otorgamiento jurídico para subsistir. Se encontraban "ahí", rigiendo desde tiempos inmemoriales, disfrutados por los aborígenes a lo largo y ancho de un territorio que, milagrosamente ...
FRANCISCO FERNANDEZ PARDO
Artículo publicado en "Bulletin Hispanique" Tome 91 nº2 con fecha de 1989
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