Francisco Domingo

Extracto de la obra "Francisco Domingo"

¡Y si todo fuera esto! No se completara nunca la naturaleza calidoscópica de un retrato sin atender a un último aspecto que este podría mostrar El espectador ante una buena obra de este género va atravesando sus distintos planos de apreciación que afectan al modelo representado, como una insaciable Alicia. Sin embargo, no debo cejar en el empeño hasta haber buscado, al menos, una faceta final la huella dejada en el cuadro por el pintor" Esta marca de identidad se manifiesta, por una parte, en el estilo que sabe imprimir a la realización de la pintura y que atiende sustancialmente a su aspecto formal: "Al realizarlo pone de su parte el artista algo suyo, su ejecución, su estilo, de modo que los mejores retratos que nos han legado los maestros tienen para nosotros el doble interés, el atractivo doble de la vida inmortal del personaje retratado y el que inspira siempre el genio imperecedero del retratista". Junto a el hay otro elemento que hace presente al pintor en el lienzo y es el hecho de que este haya sido capaz de plasmar en la representación del individuo su propia percepción del ser humano y todo cuanto su físico y espíritu le inspira. En algunos casos, llega incluso a emitir un juicio sobro el retratado, cargado de ira, simpatía, compasión o admiración. Una vez terminada la obra, si se ha arriesgado a tan atrevida pirueta pictórica y personal, deberá asumir la aquiescencia o la desaprobación del futuro espectador. Ahora bien, quien posee esa irreprimible intuición no suele equivocarse.

Texto extraído de Francisco Domingo
Francisco Fernández Pardo